Transición tecnológica, digital y ecológica
La negociación colectiva debe desarrollar un importante papel no sólo como instrumento de protección ambiental. Debe ampliar su alcance a cuestiones más amplias de la transición ecológica y discutir el impacto en el empleo y los salarios de estos procesos de transformación. También los impactos en las necesidades de formación, y en la seguridad y salud en el trabajo.
A nivel general, la acción sindical deberá ir dirigida a participar activamente en el desarrollo de nuevos sectores estratégicos emergentes y nuevos yacimientos de empleos verdes, vigilar las nuevas inversiones para la reconversión de sectores y la creación de nuevas competencias, y crear espacios de diálogo social para garantizar la transición justa, la justicia social y que nadie quede excluido en esta transición.
Se debe incluir el diálogo social a todos los niveles y hacer que todas las personas trabajadoras se involucren en el cambio del modelo productivo.
Proponer objetivos y medidas concretas de mejora ambiental a través de la negociación colectiva, para que la protección del medio ambiente forme parte de la gestión integral de las empresas, conjugada con la sostenibilidad de los puestos de trabajo existentes.
Instaurar la elaboración de planes de evaluación de los riesgos ambientales en los centros de trabajo.
Potenciar la figura del delegado y delegada de medio ambiente formándole y dotándole de derechos y competencias a través de la negociación colectiva, y exigir el desarrollo de una normativa que regule esta figura de representación sindical.
Favorecer la participación de las personas trabajadoras en los sistemas de gestión medioambiental.
Facilitar información, formación y competencias en materia de medio ambiente al personal de la empresa y a sus representantes sindicales, contemplando la posibilidad de la creación de una Comisión de medio ambiente para promover las acciones conjuntas y la máxima participación.
Los agentes sociales tenemos capacidad para llevar a cabo políticas que protejan el medio ambiente, la sostenibilidad y la producción responsable.
La negociación colectiva es una herramienta esencial para implementar políticas que permitan reducir la contaminación generada en las empresas, minimizar los posibles impactos medioambientales de su actividad y controlar de forma eficiente la utilización de elementos consumibles, al tiempo que se incremente la productividad y se mejoren las condiciones laborales. También para dotar de formación a las personas trabajadoras y fomentar su participación en materias ambientales.
Además, puede favorecer una mayor concienciación sobre temas prioritarios como el cuidado del planeta, el uso responsable de los recursos naturales o el reciclaje.
En la práctica, la materia medioambiental, únicamente se encuentran en sectores y empresas concretos. Las cláusulas medioambientales no forman parte de la mayoría de convenios colectivos. Y respecto a los contenidos van desde unas meras declaraciones de intenciones hasta ciertas obligaciones empresariales, y el establecimiento de competencias medioambientales para el Comité de Seguridad y Salud o la creación de la figura del delegado o delegada de Medio Ambiente.